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Ciudad de México · diciembre 16, 2021

¿Hacia dónde debe avanzar el ecosistema de pagos digitales de México?

Para el consumidor mexicano, la forma de interactuar al momento de comprar productos y artículos por internet ha cambiado en los últimos dos años

Durante ese periodo, su comportamiento evolucionó de tal forma que ha generado un impacto en el ecosistema de pagos, lo que deriva en la necesidad de mejorar las ofertas de pago disponibles y garantizar la experiencia que el consumidor espera. Para los comercios esto representa diversos desafíos, en términos de tecnología y eficiencia operativa, que tengan como objetivo atender las demandas cambiantes del ‘nuevo comprador digital’.

Desde la perspectiva de Adyen, existen avances en diversos aspectos del ecosistema de pagos digitales locales, pero aún enfrenta los siguientes desafíos para emular lo que han hecho algunos de los países de mayor relevancia en ese sentido a nivel mundial:

1. ¿Cuánto efectivo usamos?

Es fundamental hablar del objetivo de reducir el uso de efectivo en las transacciones digitales, no solo por optimización de procesos y conveniencia, sino también porque esto representa un reto importante en épocas de pandemia en la que el pasar cash de mano en mano fue un foco de riesgo de contagio. Para ello, es importante impulsar la inclusión de métodos de pago digitales y sin contacto.

Cabe destacar que, de acuerdo con una encuesta global de Adyen, solo el 13% de los consumidores está en desacuerdo con dejar de utilizar el efectivo para pagar, mientras que el 65% prefieren utilizar métodos de pago alternativos al cash.

2. Rapidez y facilidad: las principales demandas

Entre las principales demandas de los consumidores en la actualidad están la rapidez y sencillez para realizar el pago. De hecho, una encuesta realizada a nivel global por la firma señala que el 9% de los consumidores aseguran que abandonarían una compra si el negocio no ofrece un método con las características antes mencionadas.

Esto es importante que el ecosistema de pagos migre a la utilización de soluciones que requieran cada vez menos pasos para iniciar y concluir una operación, tales como el escaneo de códigos QR, pago mediante enlaces de pago y la introducción del comercio conversacional y el live commerce. El objetivo es ofrecer la posibilidad a los usuarios de comprar desde las redes sociales que utilizan a diario y las apps de mensajería con las que se comunican.

3. Evolución de los procesadores de pagos

Desde el año 2020, los volúmenes procesados en línea han crecido de forma exponencial. Es por eso que, se requiere de la implementación y desarrollo de tecnología que ayude, a dichos procesadores, a soportar volúmenes cada vez mayores de ventas online, tales como los registrados durante el Hot Sale 2020 cuando se elevaron hasta en un 350%.

Cabe destacar que en 2020 se dio un paso importante cuando Visa y MasterCard recibieron la autorización para operar como red de pago y cámara de compensación en el país, lo que les permite emplear su tecnología para manejar transacciones y optimizar procesos. Anteriormente, dichas funciones las llevaban a cabo únicamente dos empresas mexicanas.

4. Regulaciones en materia de privacidad y seguridad

En México, según PwC, el 12% de las empresas aún no se preparan para cumplir con la Regulación General de Datos Personales (GDPR) impuesta por la Unión Europea para proteger la privacidad de los datos. Esta ley sancionará a las empresas, incluso fuera del continente, que recolectan y almacenan información de personas de los países que integran esa región.

Sumado a ello, el ecosistema de pagos debe migrar a operar bajo una infraestructura diseñada para las operaciones de tarjeta no presente e implementar cada vez más tecnología para proteger las transacciones del riesgo de fraude.

El ecosistema de pagos mexicano encara una serie de desafíos que, de consumarse, derivarán en experiencias cada vez más ágiles, seguras y más positivas para los usuarios. Lo anterior, representa un beneficio muy grande tanto para esos consumidores como para los comercios, tomando en cuenta que hoy en día el 39% de los consumidores del mundo priorizan el customer experience, incluso sobre el precio de los productos, al tomar una decisión de compra.